viernes, 30 de agosto de 2019

¿QUÉ ES Y QUÉ ESTUDIA LA HISTORIA?


CAPÍTULO II

LA DE A DEVERAS O SEA, ¿QUE ES Y QUE ESTUDIA?

Vamos a acercarnos un poco más a esta palabra historia. Si ya convenimos -o por lo menos te quedaste callado y el que calla otorga- en que la historia es una ciencia, veamos ahora qué entendemos por ella.

  • Lo primero que nos llama la atención es que la historia estudia el movimiento a través del tiempo y del espacio. Aquí hay tres elementos: movimiento, tiempo y espacio. El primero significa que nada en la vida permanece igual, que todo cambia, y que por lo tanto también las sociedades. Esto lo estudia la historia. Pero como ya dijimos, ninguna sociedad se da fuera del tiempo y el espacio; por ello la historia analiza el paso de las sociedades en el tiempo y también en los lugares físicos, geográficos donde se desarrollaron.

  • El objeto fundamental del estudio de la historia es el hombre. La historia es obra humana, ya hablaremos de los acontecimientos o de su interpretación. No te creas, no es una afirmación tan boba, tiene su sentido. No ha faltado quien ha escrito sobre la historia de un mar, sobre el vestido, la tecnología y otras cosas; pero a veces se han metido tanto en su rollo que llegan a olvidar al hombre detrás de todo ello. Y así no se vale, o si se vale, pues ya no es historia. Como decía un gran historiador llamado Marc Bloch: “ahí donde huele la carne humana, sabe que está su presa".

  • Sin embargo, el hombre sólo puede ser entendido en sociedad. Sus logros o fracasos, su vida, sus gustos y razón de ser están moldeados socialmente. Ello quiere decir que el verdadero objeto de estudio de la historia son los hombres en sociedad.
Con los elementos anteriores podemos ya acercarnos a un concepto que abarque lo que entendemos por historia: el estudio científico de las sociedades y sus cambios a través del tiempo.

Lo que estudia

Dijimos que la historia estudia las sociedades y sus cambios a través del tiempo, pero ello no deja de ser medio vago.

La historia tradicional, viejita y aburrida, sólo estudia las batallas, las guerras, los héroes, las leyes y otras cosas por el estilo. El enfoque científico de la historia es mucho más exigente, pues tiene por objeto de estudio:

  • Los hechos de masas: masa de hombres, masa de bienes y de las creencias. Es decir, se fija el estudio de los grupos de hombres, de la producción de sus bienes materiales y de sus ideas.

  • Los hechos institucionales: es decir, todos aquellos que tienden a fijar las relaciones entre los hombres dentro de los marcos sociales. Por ejemplo, las leyes, los tratados internacionales, etc.

  • Los acontecimientos: es decir, la aparición y desaparición de personajes, de grupos, movimientos de opinión, revoluciones, guerras, formación de gobiernos, etc. Entre paréntesis, el acontecimiento es casi lo que estudia exclusivamente la historia tradicional, la que todavía nos siguen endilgando aquí y allá.

Si te fijas atentamente notarás que esta forma de estudiar la historia es más amplia que la tradicional, pues trata de abarcar lo que llamaríamos "el todo humano", esto es, todo lo que comprenden las sociedades: lo económico, la población, la política, la cultura y los acontecimientos. Precisamente por ello no ha faltado quien diga (claro, un historiador), que la historia es la mas compleja y difícil de las ciencias. Te lo digo para que veas con quién te estás poniendo, casi casi con Sansón a las patadas.

La fórmula PESC y la fórmula del arado, la espada y el libro

Quienes han diseñado los programas de historia en Inglaterra, han propuesto la fórmula PESC para su estudio, identificando cuatro dimensiones significativas para el tratamiento de esta disciplina: Política. Economía, Sociedad y Cultura.

Por su parte, el antropólogo e historiador Ernest Gellner, propone otra fórmula: el arado (es decir, la producción, la economía), la espada (las formas de control y coerción social), y finalmente el libro (la cultura).

Si te pones buzo, vas a notar que lo que ambas fórmulas de estudio nos proponen, es simple y sencillamente tratar de abarcar con la mirada los aspectos más importantes del desarrollo de las sociedades a través del tiempo. Ello se relaciona con los tres puntos que vimos al principio de este capítulo como objeto de estudio de la historia.

A su vez, los aspectos señalados no se deben ver en un sentido estrecho, sino amplio y abierto, como sugerimos a continuación:

  • En la política, no hay que limitarse al análisis de las instituciones, gobernantes y leyes; hay que estudiar las luchas por el poder; los levantamientos triunfantes o fracasados que se hayan planteado la cuestión estatal; los grupos de interés y su ideología específicamente política.

  • En el estudio de la economía es pertinente analizar los elementos técnicos que intervienen en la producción; las organizaciones que forman los hombres en relación con aquellos elementos técnicos; las influencias mutuas entre los hombres y su hábitat; las relaciones que extraeconómicamente influyen en la explotación o cooperación; los intercambios de mercado, etc.

  • Respecto a la sociedad, sugerimos el análisis de cuestiones como la población, su crecimiento o decrecimiento; la existencia de sistemas jerárquicos y a qué factores obedecen: étnicos. económicos, jurídicos, religiosos, etc; los grupos sociales y su papel: mujeres, niños, ancianos, minorías raciales, religiosas o sexuales. etc.

  • La cultura debe ser abordada en su sentido amplio, estableciendo además la diferencia entre las concepciones “razonadas” o de “alta cultura”, que se expresan en la religión, la filosofía, el arte o la ciencia y por otro lado las mentalidades, entendidas como estructuras de larga duración, varias de las cuales están formadas por tradiciones y elementos no conscientes.

El hecho histórico, en sus complejas relaciones internas y externas, debe ser enmarcado, además, en tiempo (cronología, periodización, líneas de tiempo) y espacio (mapas geográficos e históricos, análisis del hábitat). 

Tomado de: Miguel Ángel Gallo T, Invitación a la Historia, México, Ediciones Quinto Sol, 1a edición, 1996, pp. 9-11.

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1 comentario:

  1. Me pareció muy interesante, le entendi mejor y ahora se concretamente que es la historia en general.

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