Allende
murió. Luego, todos los oficiales, en un rito de casta, dispararon
sobre el cuerpo. Por último, un suboficial le destrozó la cara con la
culata del fusil. La foto existe: la hizo el fotógrafo Juan Enrique
Lira, del periódico El Mercurio, el único a quien se permitió retratar
el cadáver. Estaba tan desfigurado, que a la señora Hortensia Allende,
su esposa, le mostraron el cuerpo en el ataúd, pero no permitieron que
le descubriera la cara.
Gabriel García Márquez
Gabriel García Márquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario