El triunfo de la Revolución de Ayutla sobre Santa Anna supuso el triunfo momentáneo de los liberales —sobre los conservadores— que entre 1855 y 1857 impulsaron una serie de reformas que consideraban necesarias para la pacificación del país, así como para equilibrar las finanzas públicas y lograr la anhelada estabilidad política, y estas reformas pasaban necesariamente por disminuir el poder de la Iglesia mexicana y el ejército, lo cual enardecía los ánimos conservadores.
• La Ley sobre la Administración de Justicia y Orgánica de los Tribunales de la Nación, del Distrito y Territorios también conocida como Ley Juárez, fue promulgada el 23 de noviembre de 1855. En esta se restringía el poder de los tribunales tanto eclesiásticos como militares a intervenir solo en sus propios asuntos y no en las decisiones del gobierno.
• La Ley Lerdo como se conoce a la Ley de Desamortización de las Fincas Rústicas y Urbanas de las Corporaciones Civiles y Religiosas de México, fue expedida el 25 de junio de 1856 por el presidente Ignacio Comonfort, y como su nombre lo indica expropiaba a favor de los respectivos inquilinos y arrendatarios las propiedades de la Iglesia y los pueblos indígenas.
• Por su parte, la Ley de Obvenciones Parroquiales, también conocida como Ley Iglesias —por su autor José María Iglesias— expedida entre enero y mayo de 1857, regulaba el cobro de derechos parroquiales —el “diezmo” y cobros por bautismos, bodas, actos funerarios, etcétera.—, impidiendo que se exigieran a quienes no ganaran más que lo indispensable para vivir, e imponía castigos a los miembros del clero que no la observaran.
Para 1857 los liberales promulgaron la Constitución que fue considerada como demasiado radical por la sociedad conservadora, pues integraba estas leyes y seguía la línea de limitar los derechos de la Iglesia y el ejército, así como establecía por primera vez en la historia política del país la libertad de cultos, la libertad de prensa, de asociación, la enseñanza laica y el federalismo. La Constitución fue promulgada el 5 de febrero y entró en vigor en septiembre de 1857; por ella y debido a su triunfo en las elecciones el nuevo presidente fue Ignacio Comonfort y, por disposición de la misma, si este hiciera falta sería sustituido por el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, que a la sazón era Benito Juárez.
En diciembre del mismo año un levantamiento conservador, con el obvio apoyo de la Iglesia, al mando del general Félix Zuloaga desconoció la Constitución al tiempo que se proclamaba presidente. Por su parte Comonfort, considerando que la Constitución había ido muy lejos, decidió apoyar la insurrección que al desconocer la Constitución desconocía su investidura, así de facto se desconocía a sí mismo, por lo que los liberales lo rechazaron, lo mismo que los conservadores, y no le quedó más remedio que abandonar el país, quedando Juárez como presidente. La situación tuvo nuevamente que resolverse mediante las armas en una guerra que duró tres años —lo que dio nombre a la misma: “Guerra de Tres Años”, aunque también se le conoce como la “Guerra de Reforma” por ser estas leyes las que le dieron origen y otras más se expidieron durante la misma—.
Entre las Leyes de Reforma destacan:
Mural de Diego Rivera |
• La Ley sobre la Administración de Justicia y Orgánica de los Tribunales de la Nación, del Distrito y Territorios también conocida como Ley Juárez, fue promulgada el 23 de noviembre de 1855. En esta se restringía el poder de los tribunales tanto eclesiásticos como militares a intervenir solo en sus propios asuntos y no en las decisiones del gobierno.
• La Ley Lerdo como se conoce a la Ley de Desamortización de las Fincas Rústicas y Urbanas de las Corporaciones Civiles y Religiosas de México, fue expedida el 25 de junio de 1856 por el presidente Ignacio Comonfort, y como su nombre lo indica expropiaba a favor de los respectivos inquilinos y arrendatarios las propiedades de la Iglesia y los pueblos indígenas.
• Por su parte, la Ley de Obvenciones Parroquiales, también conocida como Ley Iglesias —por su autor José María Iglesias— expedida entre enero y mayo de 1857, regulaba el cobro de derechos parroquiales —el “diezmo” y cobros por bautismos, bodas, actos funerarios, etcétera.—, impidiendo que se exigieran a quienes no ganaran más que lo indispensable para vivir, e imponía castigos a los miembros del clero que no la observaran.
Para 1857 los liberales promulgaron la Constitución que fue considerada como demasiado radical por la sociedad conservadora, pues integraba estas leyes y seguía la línea de limitar los derechos de la Iglesia y el ejército, así como establecía por primera vez en la historia política del país la libertad de cultos, la libertad de prensa, de asociación, la enseñanza laica y el federalismo. La Constitución fue promulgada el 5 de febrero y entró en vigor en septiembre de 1857; por ella y debido a su triunfo en las elecciones el nuevo presidente fue Ignacio Comonfort y, por disposición de la misma, si este hiciera falta sería sustituido por el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, que a la sazón era Benito Juárez.
Gral. Félix Zuloaga |
En diciembre del mismo año un levantamiento conservador, con el obvio apoyo de la Iglesia, al mando del general Félix Zuloaga desconoció la Constitución al tiempo que se proclamaba presidente. Por su parte Comonfort, considerando que la Constitución había ido muy lejos, decidió apoyar la insurrección que al desconocer la Constitución desconocía su investidura, así de facto se desconocía a sí mismo, por lo que los liberales lo rechazaron, lo mismo que los conservadores, y no le quedó más remedio que abandonar el país, quedando Juárez como presidente. La situación tuvo nuevamente que resolverse mediante las armas en una guerra que duró tres años —lo que dio nombre a la misma: “Guerra de Tres Años”, aunque también se le conoce como la “Guerra de Reforma” por ser estas leyes las que le dieron origen y otras más se expidieron durante la misma—.
Entre las Leyes de Reforma destacan:
- La Ley de Nacionalización de Bienes Eclesiásticos, que modificaba la Ley Lerdo adjudicando ahora la expropiación de los bienes al Estado y no a los inquilinos y arrendatarios. La idea era ponerlos a la venta para fomentar la pequeña propiedad y allegar al mismo tiempo recursos al Estado.
- La Ley del Registro Civil, que expedida en 1859 quitaba el control de llevar el registro de nacimientos, matrimonios y defunciones a la Iglesia y se lo brindaba al Estado.
- La Ley del matrimonio civil, que como su nombre lo indica establecía el matrimonio como un contrato civil que debía verificarse ante el Estado y no necesariamente ante la Iglesia.
- La Ley de Libertad de Cultos, proclamada en 1860, que establecía la libertad de culto y el rechazo a la imposición religiosa.
- La Ley de Extinción de las Comunidades Religiosas, expedida en 1863, en que se decretaba la extinción de comunidades religiosas, que solían imponer sus demandas y ejercían la privación ilegal de la libertad de las personas.
Algunos efectos prácticos de estas leyes fueron la secularización de los cementerios, con la que se quitaba la administración de éstos a la Iglesia —lo que suponía la entrada de recursos económicos al Estado—, así como la enseñanza laica, pues se establecía específicamente en el artículo 3o de la Constitución que ninguna orden o congregación religiosa como tal pudiera impartir instrucción en México. Pero sin duda el principal efecto de la Reforma fue la separación entre la Iglesia y el Estado.
Ambos bandos buscaron la ayuda de intereses extranjeros para ganar la guerra y como era de esperarse los conservadores lo hicieron contratando préstamos con bancos europeos —suizos— que se sumarían a las exigencias francesas que a la postre esgrimiría la potencia para justificar su invasión del país. Por su parte los liberales firmaron con los Estados Unidos el conocido Tratado McLane-Ocampo en el que a cambio de ayuda económica comprometían el paso a perpetuidad por el Istmo de Tehuantepec, así como el paso de Guaymas a Nogales —los estadunidenses buscaban un paso estrecho que hiciera más fácil el traslado de tropas, enseres y mercancías de una a otra de sus costas, abreviando tiempo y reduciendo los costos, lo cual lograrían después fomentando la separación de Panamá de Colombia, y financiando la construcción del Canal de Panamá en 1914, quedándose con los derechos y la administración que sólo entregarían hasta 1999—. Por suerte el acuerdo nunca fue ratificado por el Senado de Estados Unidos porque, debido a la guerra de secesión, podía fortalecer a los estados separatistas del sur. Sin embargo sirvió para que los Estados Unidos reconocieran al gobierno de Juárez y consecuentemente se derrotara a los conservadores.
Tratado McLane-Ocampo |
Maximiliano de Habsburgo |
Entre 1860-1861, una comisión de ciudadanos conservadores mexicanos encabezada por José María Gutiérrez de Estrada, José Manuel Hidalgo y Esnaurrízar y Juan Nepomuceno Almonte, negoció con el emperador francés Napoleón III una nueva intervención en México y la implantación una monarquía constitucional. Se decidió que el candidato ideal para el trono del Imperio Mexicano era Maximiliano de Habsburgo, a quien no fue fácil convencer, pues pidió pruebas de que el pueblo de México lo requería, por lo que se levantaron las famosas “Actas de Adhesión al Imperio”, en las cuales le mostraban miles de firmas de mexicanos que lo demandaban. Finalmente Maximiliano aceptó el ofrecimiento y tras firmar los Acuerdos de Miramar, en que Napoleón se comprometía a mantener el ejército de ocupación hasta que Maximiliano se consolidara en el poder —obviamente a cambio de un buen pago de dinero— se embarcó junto con su esposa Carlota Amalia de Bélgica hacia México, donde tuvo un frío recibimiento en Veracruz que contrastó con la cálida bienvenida que le organizó la rancia sociedad de la Ciudad de México.
Carlota Amalia de Bélgica |
Para 1867 los Estados Unidos venían saliendo de su Guerra de Secesión —el enfrentamiento entre los estados separatistas del sur esclavista (confederados) contra los estados del norte antiesclavista (yanquees), que terminó con la victoria de estos últimos y la abolición de la esclavitud en los EUA— lo les que permitió reactivar la ayuda al gobierno juarista y reclamar la invasión y ocupación francesa del territorio mexicano. Aunado a ésto, lo que llevó a Napoleón III a retirar su ejército de México fue la posibilidad de entrar en guerra contra una Prusia que triunfante de la guerra contra Austria ahora amenazaba al estado francés —guerra que se llevaría a cabo entre 1870 y 1871 y que daría como resultado la unificación de Alemania— por lo que Francia no habría querido apostar a una guerra en dos frentes y concentró sus tropas en Europa.
Presidente Benito Juarez |
La Emperatriz Carlota, entre tanto, había viajado a Europa a exigir de Napoleón III el cumplimiento de los acuerdos de Miramar, pero fue ignorada, y aunque apeló al Papa, incluso, fue finalmente declarada demente y recluida en el Castillo de Miramar —y posteriormente en los castillos de Tervuren y de Bouchout en Bélgica— hasta su muerte el 19 de enero de 1927.
Carlota y Maximiliano |
Tarea: Para complementar tu conocimiento sobre el tema mira el capítulo "Imperios de Papel" de la Serie Coleccionista del Canal 14 y elabora un reporte del mismo. Puedes buscarlo en la página del Canal 14 (http://www.canalcatorce.tv/) pestaña Videoteca, opción: Coleccionista, temporada 1, capítulo 9. Imperios de Papel.
O haciendo click en la siguiente liga: Coleccionista. Imperios de Papel