martes, 12 de mayo de 2020

Liberales y conservadores. De 1824 a 1857

Como hemos visto, tras el fracaso de la aventura imperial de Agustín de Iturbide el país se dio una constitución —en 1824— y adoptó la forma de una república federal, nombrando a su vez al primero  de sus presidentes —Guadalupe Victoria— quien sería el único en un largo periodo de casi 50 años que lograría concluir su periodo presidencial sin ser derrocado o pedir licencia y ausentarse del cargo.

La inexperiencia política de los mexicanos cobró factura y pronto fueron captados por los intereses internacionales que bajo la máscara de las logias de la masonería comenzaron a manipular la política interna tratando de abonar a sus propios intereses. Así mismo la pretendida unidad del movimiento trigarante pronto se vio disuelta en la práctica, pues surgieron diferentes formas de concebir la dirección política que debía darse al país y se formaron diferentes corrientes que podemos denominar genéricamente como liberales y conservadores, aunque la pluralidad es más amplia.

Masonería símbolo
Algunos —conservadores— consideraban que la tradición monárquica y virreinal del país requería un sistema de gobierno de similares características; así surgieron posturas centralistas e incluso francamente monárquicas. Otros en cambio —liberales—, seguidores de los nuevos cambios democráticos instaurados en países como Francia o los Estados Unidos de América, consideraban que debían remedarse tales formas de gobierno en la naciente República Mexicana, aunque dentro de éstos había quienes consideraban que las reformas necesarias —como el acotamiento del poder e influencia de la Iglesia, el ejército y las clases pudientes— debían implementarse de forma inmediata —los “puros” o “radicales”—; mientras otros consideraban que éstas debían irse implementando con el tiempo, poco a poco —los “moderados”—. Estos últimos sucumbieron a la intromisión que desde la masonería yorquina implementaron los intereses estadunidenses a través de su embajador en México, Joel R. Poinsett y que, con el interés de lograr la compra-venta de los territorios norteños de México, incidieron en la política mexicana aún apoyando alzamientos e imponiendo presidentes. Los conservadores por su parte se cobijaron en la masonería de rito escocés.

Joel Robert Poinsett

Así tuvimos, como ya adelantamos, un periodo de aproximadamente cincuenta años de lucha por el poder entre liberales y conservadores —centralistas y federalistas, monarquistas y republicanos— sin poder consolidar un gobierno y crear la estabilidad necesaria para el crecimiento económico y político del país y dejándolo a expensas de los intereses internacionales que inmediatamente trataron de sacar provecho de las nuevas naciones de la América Latina recién independizada.

Para prevenir que España, o cualquier otra potencia europea, retomara el control de sus perdidas colonias los Estados Unidos de América manifestaron, tan temprano como 1823, su denominada “Doctrina Monroe” según la cual ellos no permitirían que ninguna potencia europea amenazara a las nuevas naciones americanas recién independizadas, lo cual se ha traducido para efectos prácticos, y no sin ironía, como su máxima: “América para los americanos”. No es que a potencias europeas en franca expansión como Inglaterra les intimidara, o no importara, tal aseveración, pero resultaba adecuada para mantener a raya a su sempiterno rival: Francia, que pronto hizo muestra de sus intereses en México al invadirlo en 1838, en la denominada “Guerra de los Pasteles” en que en reclamo del reconocimiento de afectaciones y pretendidos adeudos del país —entre los cuales se encontraba una cuenta no pagada por militares mexicanos a un restaurantero francés, en que supuestamente se habrían comido algunos pasteles— bloqueó los puertos mexicanos y desembarcó tropas de ocupación en Veracruz, lo que se contrarrestó por parte del gobierno mexicano —con la ayuda de Inglaterra— aceptando las indemnizaciones impuestas por el gobierno francés, pero no las concesiones comerciales que éste pretendía imponer.

"Toma del fuerte de San Juan de Ulua y de la Veracruz por la marina francesa"


Por su parte España intentó, mediante la expedición de Isidro Barradas, en Tampico en 1829, llevar a cabo la reconquista del territorio Mexicano. Sin embargo, el intento fracasó y con él la intención española de reconquistar su antigua posesión, no quedándole sino otorgar su reconocimiento final a la independencia de México en el año de 1836.

Por su parte, los Estados Unidos de América creyéndose predestinados a expandirse desde el Océano Atlántico hasta el Pacífico y dominar la América Septentrional habían venido creciendo a partir de la compra y ocupación sin más de territorio. En 1803 compraron a la Francia napoleónica el extenso territorio de la Louisiana, que ésta había forzado a España a devolverle. De tal forma se convirtieron en vecinos de la Nueva España y en breve comenzaron a ocupar el territorio de la Florida, la cual, viéndola perdida España entregó a cambio del compromiso firmado en 1819 —Tratado Adams-Onís— de no pretender —ni invadir— en el futuro territorios españoles en América. Conscientes de ello los estadunidenses apoyaron con todo la lucha de independencia de México, pues consideraban que el acuerdo de límites quedaría sin efecto una vez conseguida y podrían conseguir de México por medio de la compra la sesión de tan necesarios y anhelados territorios. Cuando, lograda la independencia, vieron que el gobierno mexicano era reacio a la venta de sus provincias norteñas hicieron uso de la ocupación y el despojo —no sin ayuda de los propios políticos mexicanos, que enamorados de las instituciones estadunidenses y europeas, emitieron leyes como la de “colonización” de 1824 que permitía, e invitaba, a cualquier europeo y/o sus descendientes estadunidenses a colonizar el territorio norteño de Texas con los requisitos de ser ciudadanos “de buenas costumbres”, hablar español, ser católicos y jurar obediencia a las instituciones mexicanas. Requisitos que muy pocos, o ninguno, de los colonos estadunidenses reunía, pero no tenían ningún reparo en jurar, ni en desobedecer.

Doctrina Monroe
Así, llegaron en tropel los estadunidenses a colonizar Texas, tan pronto que en cuatro años en las pocas ciudades en que se hallaban mexicanos, a decir de Manuel Mier y Terán, enviado por Guadalupe Victoria a levantar un informe de la situación de la provincia, éstos eran superados en proporción de diez norteamericanos por cada mexicano y surgieron asentamientos donde únicamente había estadunidenses.

“Hay dos clases de pobladores: los unos son los fugitivos de la república vecina, muchos marcados en el rostro con la señal que allá se acostumbra poner a los ladrones y facinerosos; prontos a pasar y repasar según tienen necesidad de separarse del terreno en que acaban de cometer un delito. La otra clase es la de los jornaleros pobres que no han tenido cuatro o cinco mil pesos para comprar un sitio de tierra en el norte y por el deseo de ser propietarios”.

Manuel Mier y Terán, 1828.

En todo caso el plan de obtener el territorio del norte estaba en marcha y tan pronto como 1835, aprovechando el golpe de estado dado por Antonio López de Santa Anna y el viraje al centralismo impuesto, los texanos al mando de Samuel Houston se declararon independientes de la República Mexicana hasta en tanto no se restableciera el federalismo. Sin embargo combatidos por el propio Santa Anna, quien les propinó la derrota de El Álamo y a quien capturaron en la batalla de San Jacinto y obligaron a firmar los Tratados de Velasco, los texanos se consideraron totalmente independientes de México y formaron un estado que diez años después fue anexado a los Estados Unidos de América.

La mitificada Batalla del Álamo
Sin embargo, aunque Santa Anna era un presidente de la república con licencia cuando fue prisionero de los texanos, no tenía el poder de conceder territorio y el Congreso mexicano jamás aceptó la independencia de Texas sino lo consideró un estado en rebeldía al que tarde o temprano había de someter a la obediencia, pero dada la inestabilidad política y la falta de recursos nunca pudo concretarse la campaña de Texas. Por otro lado los Estados Unidos inmediatamente dieron su reconocimiento al nuevo Estado “independiente” y a la postre se lo anexaron en 1846.


La anexión de Texas no podía sino suponer el rompimiento de relaciones entre México y los Estados Unidos, así que los embajadores de ambos países se repatriaron e inmediatamente surgieron “problemas” limítrofes entre los dos países. El presidente James Polk reclamaba la frontera de Texas hasta el río Bravo, desconociendo que desde siempre se había considerado ésta en el río Nueces, más al norte, lo cual dio lugar a establecer un “territorio en disputa” que luego el mismo Polk violaría al mandar a sus tropas al mando del General Taylor a ocupar el territorio. Mordiendo el anzuelo las tropas mexicanas traspasarían el Bravo y se llevaría a cabo una escaramuza que sería magnificada por el propio Polk para forzar la declaración de guerra a México, argumentando que se había ultrajado territorio norteamericano y “derramado sangre estadunidense en territorio estadunidense”.

James Knox Polk

Así se llevó a los mexicanos a una guerra que de antemano tenían perdida. Para 1846 México cumplía 22 años de lucha interna sin lograr la estabilidad política que le permitiera hacer frente a una invasión como la que sufriría de parte de los Estados Unidos. De hecho la fracción conservadora no solamente se abstuvo de apoyar al gobierno liberal a hacer frente a la invasión, sino que aún financió levantamientos contra las leyes tendientes a obtener recursos para la defensa, como sucedió con la sublevación de los polkos.

Así el ejército estudunidense, bien armado, bien pertrechado y bien entrenado en una época de paz de 60 años, con la moral en alto debido a su rápida expansión alimentada en la doctrina del “Destino Manifiesto” de los estadunidenses a la grandeza. Apoyado por un gobierno de una economía sólida —que le permitía al mismo tiempo firmar un acuerdo de límites con Inglaterra, que le posibilitó quedarse con el territorio de Oregon y lograr la anhelada expansión al Océano Pacífico— se enfrentó con un ejército pobre, mal armado y desmoralizado por la leva y la miseria al que  no sería difícil derrotar.



El país fue invadido por varios frentes: por el norte ya con mucha antelación una flota de guerra al mando del Comodoro Sloat había desembarcado y ocupado las costas de California, incluso cuando aún no se había declarado la guerra, en un descarado “madruguete”. Por Nuevo México, las tropas al mando del general Stephen Kearny se encargaron de ocupar Santa Fe y la región del norte de California; por Tamaulipas el viejo zorro Taylor avanzó hacia Matamoros y Monterrey; mientras que por mar nos llegaron dos flotas de ocupación: por San Blas en el Pacífico —con lo que se bloquearon los puertos de Guaymas y Mazatlán—, pero la que resultó definitiva llegó por Veracruz y se internó por la ruta de Cortés, a quien emulaba, el general Winfield Scott, quien para el 13 de septiembre de 1847 tomaba el Castillo de Chapultepec y para el 15 de septiembre ondeaba la bandera de las barras y las estrellas en el Palacio Nacional en el Zócalo capitalino.


Como quitarle un dulce a un niño, ahora sólo quedaba fijar las demandas de la rendición. En los Estados Unidos se llegó a discutir incluso la pertinencia de quedarse con todo México, lo cual si no sucedió se cree fue porque había que guardar las apariencias de legalidad de la invasión —algunos creen que el factor del racismo jugó un papel preponderante en la decisión, pues se trataba de una nación con grandes cantidades de criollos, indios y mestizos, católicos y supersticiosos— y porque suponía un problema la anexión de tierras que habrían de integrarse a una nación que ya enfrentaba el conflicto interno entre estados esclavistas y no-­esclavistas que estallaría diez años después en su “Guerra de Secesión”.

Finalmente, cuando se firmó el Tratado de Guadalupe-Hidalgo, que puso fin a la guerra, los Estados Unidos Obtuvieron el territorio de Nuevo México y California —además de la ya anexada Texas— a cambio de unos cuantos pesos que le dieron la apariencia de una “cesión de territorio”, como gustan llamar al despojo que llevaron a cabo. Nada mal si consideramos que este territorio actualmente alberga los estados de California, Nevada, Utah, Nuevo México, Texas, Arizona y partes de Wyoming, Colorado, Kansas y Oklahoma, y de que tan sólo unos días después se encontraran grandes yacimientos de oro en California que desatarían la llamada “fiebre del oro”, provocando la rápida colonización y el crecimiento económico de la zona y del país.

Adquisiciones territoriales de los EU
Las crónicas abundan sobre la sensación de ignominia que tuvieron algunos estadunidenses durante la invasión y las demandas. Quizá la más ostensible sea la anécdota de que el mismo día de la firma del tratado de Guadalupe habrían llegado instrucciones al ministro plenipotenciario de los Estados Unidos, Nicholas Trist, de aumentar las demandas hasta obtener también la Baja California, Sonora y el derecho de paso a perpetuidad por el Istmo de Tehuantepec, pero que Trist habría fingido no recibirlas hasta haber firmado el acuerdo eufemísticamente llamado: “Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América” que daba fin a la guerra.



Terminada la Invasión de los Estados Unidos a México los mexicanos volvieron a sus consabidos conflictos no resueltos y los conservadores resucitaron en 1853 al malogrado Santa Anna para establecer un gobierno conservador, detrás del cual estaría como artífice Lucas Alamán, que sin embargo murió entonces sin ver el triunfo del mismo, lo cual significó la dictadura de Santa Anna, quien se hizo dar el título de “Alteza Serenísima” y se dedicó a gobernar sin constitución estableciendo toda clase de impuestos para allegar recursos al erario. Famosos al respecto son los impuestos a las puertas y ventanas y a la posesión de gatos y perros.

Para 1854 mediante un levantamiento dirigido por los generales Ignacio Comonfort y Juan N. Álvarez, conocido como la Revolución de Ayutla, se derrocó y exilió a López de Santa Anna, estableciéndose alternadamente en la presidencia Juan Álvarez y Comonfort. Entonces se dictaron las primeras leyes de Reforma y se promulgó la Constitución liberal de 1857 que dio origen a la Guerra de Tres Años o de Reforma, pero ésta la trataremos en otra sesión.

 

19 comentarios:

  1. Me agrado demasiado el texto, sobretodo porque hablan de como llego un momento que Estado Unidos pensó en quedarse con todo México.
    También me agrado saber como termino terminó la invasión de Estados Unidos, sin duda alguna es un buen texto que vale la pena leer.

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  2. Hubo una parte en específico que me llamó más la atención. Cuando los políticos mexicanos permitian a cualquier descendiente europeo o estadounidense, ya que estaban muy enamorado de sus instituciones, eso explica porque aún en texas hay mucha gente que habla español, la mayoría hablan nuestro idioma, odio saber que no se sentían tan capaces de crear sus propias instituciones o crear un mejor imperio ya que seguían esclavisados a las ideas de lo Españoles. Esa inseguridad llevaron a que poderes estadounidenses se apoderaran de nuestros territorios!!
    Pdt. Conocí dos nuevas palabras ;))

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  3. La parte que llama mi atención es como los mexicanos cobro factura y pronto fueron captados por los intereses internacionales , en esto entra la manipulación de la política , como vemos desde aquella época vemos la parte de la corrupción hacia la política .
    Otra dato interesante es que cincuenta años de lucha por el poder entre liberales y conservadores—centralistas y federalistas, monarquistas y republicanos sin poder consolidar un gobierno y crear la estabilidad necesaria para el crecimiento económico y político del país . La estabilidad para el gobierno era una prioridad para el poder político como económico ya que basándose en eso podrían tener un poder y un aprovechamiento .

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  4. Sorprendente sin ninguna duda sobre aquellos años en los que fueron difíciles para los mexicanos a mi ver, pues a pesar de ello nuestro país es impresionante pues claro esta que poco a poco se puede ir mejorando pero la verdad siendo yo muy curiosa me pregunto ¿que hubiera pasado si Estados Unidos si hubiera conquistado definitivamente a todo México?¿Como seria México ahora y ademas se seguiría llamando como tal?
    Bueno en parte es un gusto saber que no sucedió tal cosa aunque al parecer estuvo a punto se suceder pero por otra fue lamentable que parte de México si esta en manos de los E.U.

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  5. Es un texto interesante, a mi me llamo la atención cuando menciona que Estados Unidos incidió en la política de México con el fin de obtener territorios mexicanos lo cual causo la guerra de 50 años y me pareció de gran importancia que gracias al tratado de Guadalupe y Hidalgo esta guerra llego a su fin.

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  6. Un tema interesante.
    Ya que dice que Estados Unidos, llegó a pensar que se quería con México.
    También lo que me pude notar, es que después de que pasó esto, dice que México siguió con los demás tratados que tenía pendientes, eso me dio a entender, que México siempre tenía que estar haciendo algo, para su población.

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  7. Me agradó mucho este texto ya que conocía muy poco sobre lo que había pasado pero me resultó muy interesante todo lo que pasó pero una de las cosas que más me llamó la atención es que nosotros los mexicanos estábamos tan enamorados de sus instituciones que incluso le enviamos a cualquier este estadounidense y europeo a colonizar el territorio norteño de Texas, otra cosa que me llamó mucho la atención es que los Estados Unidos trataron de meterse en la política de México queriendo obtener nuevos territorios pero creo que esto también viene porque nosotros no sabíamos muy bien que era una institución entonces se dejan llevar por los Estados Unidos.

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  9. Es un texto interesante ,me gustó ya que no conocia mucho de la historia aunque anteriormente ya sabía de qué México era parte de Estados Unidos pero no conocía mucho de eso ,pero para mí me agrado mucho conocer más y que como estados unidos penso en quedarse con todo México y en lo que tuvo que pasar México.
    También me llamo la atención en como terminó la invasión de Estados Unidos

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  10. Definitivamente esta lectura fue muy sorprendente para mi. Algo que me llamo mucho mi atención y que creo que al parecer es demasiado importante, fue el que México no lograra por 22 años tener la estabilidad política, mas aparte tuvieron que estar en 50 años de lucha por aquel poder de liberales y conservadores,centralistas y federalistas y por ultimo monarquistas y republicanos,sin poder logra un estabilidad política y económica. En mi opinión son demasiadas cosas que realmente te sorprenden, y si México no hubiese luchado por lo suyo ahorita no existiría. Fue muy interesante a lectura.

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  11. La Soberanía de nuestra Nación siempre se ha visto perjudicada por intereses personales o extranjeros, tal como se redacta en el documento.
    Las ideas exoansionistas de EU siempre han estado presentes, incluso ahora México vive completamente dominado, gracias al Neocolonialismo provocado por las empresas extranjeras y que al mismo tiempo son apoyadas por su gobierno.
    Siendo el Principal, EU sólo busca aprovecharse de los recursos de nuestra nación y de esa manera sumar más capital a sus bolsas.
    4202

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  12. Increíble texto lleno de datos que no conocía, él echo de depender de otros países nos ha dejado muchos problemas y deudas, no solo eso si no también parte de nuestro territorio y petróleo...
    Me parece que debemos de dejar de depender de otros países para poder llegar a ser de primer mundo y no estar atorados con la falta de trabajo y la moneda, creo tenemos buenas posibilidades de cambiar y voltear hacia el futuro que no espera, espero y gente se de cuenta y empiece a consumir cosas de origen mexicano
    David Reyes Granados 4201

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  14. Es muy interesante la informacion aunque un poco extensa pero te habla de muchas cosas interesantes. cosas que no conocia mucho, por ejemplo que Estados Unidos queria quedarse con Mexico.
    Lo que me llamo mas la atencio fue que España queria reconquistar mexico ,que al final no lo logro.
    Esatodos Unidos siempre fue ambicioso ya que queria expanderse y dominar america septentrional. se me hizo una lectura demasiado interesante ya que no conocia mucho sobre el tematema

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  15. Es difícil saber de cómo teníamos un gran potencial para después perder tanto como economía, recursos naturales... parece que siempre dependemos de Estados unidos y no es así cuando tenemos la capacidad y el potencial para ser del primer mundo.

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  16. Considero que ambas partes tenían argumentos buenos, ni los conservadores fueron tan malos, ni los liberales tan buenos. Ambos determinaban no solo la vida social, sino también la economía.

    Por otro lado, considero que gracias a estas guerras se descubrieron partes del territorio del norte que limitaba con Estados Unidos, el cual como siempre E.U pasando situaciones vulnerables se aprovecha y así logra poder independizarse aun mas.
    Si los conservadores hubieran ganado la guerra, hoy en día seria muy diferente a como lo es actualmente. Buena lectura.

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  17. muy interesante lectura, anteriormente ya conocía que estados unidos había colonizado una parte de mexico,pero no conocía la historia completa.La parte que mas me llama la atención de la lectura es que tal era el enamoramiento de mexico por las instituciones estadounideses y españolas que les permitía colonizar el territorio de texas con unas condiciones muy sencillas para nosotros pero muy complejas para ellos. Es interesante ver como un plan tan sencillo de parte de estados unidos para que los mexicanos se metieran a sus tierras y derramaran sangre estadounidense en ellas y a si iniciara su guerra contra los mexicanos, es sorprendente como los mexicanos cayeran en esa trampa. Nunca ha sido un misterio que estados unidos siempre se ha querido aprovechar de mexico.

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  18. Es muy interesante la informacion aunque un poco extensa pero te habla de muchas cosas interesantes. cosas que no conocia mucho, por ejemplo que Estados Unidos queria quedarse con Mexico. otra cosa que me llamó mucho la atención es que los Estados Unidos trataron de meterse en la política de México queriendo obtener nuevos territorios pero creo que esto también viene porque nosotros no sabíamos muy bien que era una institución Fue muy interesante a lectura.

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